La siguente carta es la respuesta a una cadena de mails que invitaba a todos a golpear nuestras cacerolas contra a la inseguridad, pidiendo la baja imputabilidad de los menores, perpetua para los delincuentes y si fuera necesario "Estado de Sitio". Dicha cadena no será publicada en este blog ya que repudiamos la medida propuesta.Sres. Reaccionarios, Amigos de la Criminalización de la Pobreza, Socios del club del Rifle Sanitario, Panzallenas, Susanos:
En respuesta a la protesta por la inseguridad prevista para el día 9 de marzo,
Repudio su campaña en forma categórica. El tono incriminatorio y el lenguaje aterrorizante que emplean para su convocatoria me pasea entre la náusea y la risa. No me sumo a esta propuesta que busca alimentar prejuicios, que no deja de reproducir la violencia y la opresión, que alienta a la venganza, que atina solamente a echar paños fríos sobre una situación cuya complejidad no tienen el menor interés de indagar. Hacer un mínimo esfuerzo de reflexión quizá los ayude a entender que este "cuco" que los tiene tan escandalizados, la "inseguridad", es el producto lógico del accionar y el devenir de un enorme sector de la sociedad que vive funcional y cómplice a un sistema que excluye y mata a millones, ese mismo sector que durante años aplaudió y se benefició con las políticas neoliberales sin sacar la cacerolita...¿qué esperaban?; y utilizando su propia terminología: si no lo quieren ver asi, si no van a proponer acciones solidarias en pos de acercarse a un lugar de igualdad, si no van a hacer otra cosa que pedir a los gritos, frenéticamente, "mano dura", entonces "no se quejen". Esa mano dura no es una estrategia, vean su efecto contraproducente: no resuelve resentimientos, no pacifica, no aplaca la violencia, no resuelve la discriminación sino que aviva y crispa todo esto, no propone diálogo, no resuelve falta de oportunidades económicas, educativas y sobre todo afectivas, no resuelve hambre, no resuelve techo, no transforma, no hace reflexionar, no devuelve a nadie y esa mano dura, señores, tampoco tiene mucha relación con el postulado de "Una Argentina segura, LIBRE y soberana". Es otra la solución para este problema de fondo.
De paso déjenme señalarles que no parece muy sensato cuidarse de que los tilden de golpistas y tres renglones mas abajo decir que "si es necesario, se instale el estado de sitio", instancia que pone en suspenso las garantías constitucionales y propicia abusos de poder. Tenemos bastante historia con respecto a esto. Tenemos 30.000 asesinatos cuyos culpables se obstinan en justificar hasta hoy, y por los cuales muchas de las personas que se suman ahora a la protesta contra la inseguridad con tanto frenesí, no movieron jamás un pelo.
En esto de "pasá este mensaje y tu conciencia quedará tranquila" se manifiesta, ademas de la imperiosa necesidad de esquivar el bulto y lavarse las manos, lo cómodo, lo soso de la propuesta, la falta de compromiso social: pasen el mensaje, pidan más cárcel, hágan barullo y después quédense tranquilitos con sus conciencias que total otro va a resolver el problema, el Estado se encarga...¿quién es el Estado?¿No seremos nosotros? ¿esa es la lucha de la que hablan? ¿Es esa una propuesta? Visité la página www.mejorseguridad.org que una ex compañera del secundario tuvo la idea de poner en facebook y, entre otras sugerencias espantosas, estaba ésta:"si tiene la sospecha de que la persona en cuestión es un delincuente, resuelva el juicio su favor: considérelo un delincuente" ¿qué carajo es eso? No veo intensión de cambio real, lo único que hay es provocación, preocupación por "no quedar como ovejas". Creo que no hay derecho a reclamo si no se adopta una actitud ejemplar. No se puede exigir nada si día a día pasamos indiferentes frente a gente que se muere de hambre, que duerme en la calle, que tiene que vivir abajo de unas chapas, que tiene que cagar en un pozo, que no sabe leer ni escribir. Y una multitud, tan campante y sin pruritos, pide además que los metan en cana de por vida si delinquen. No neguemos que estos delincuentes son "nuestros delincuentes", señores, no son importados de Taiwan, son de nuestra sociedad, el espejo de nosotros mismos. Parece que cuesta entender ésto. Ayudemos a la transformación desde un lugar propositivo real y profundo. Estudiemos las causas del problema y trabajemos nosotros para construir una solución liberadora, no un pseudo-remedio que contribuya a la perpetuidad de esas causas y ese problema. Ese es el famoso "pan para hoy hambre para mañana", el resultado a corto plazo y a medias tintas, el "ya, ahora, todo, para mi", el egoísmo que caracteriza a la clase conservadora y reaccionaria. Y si tanta es la energía de protesta podría destinarse por ejemplo a manifestarle al impresentable de Macri que pague a los docentes un sueldo digno para se ponga en marcha la educación, herramienta fundamental contra la delincuencia...por ejemplo. Seguramente muchos sacarán de sus bolsillos ese argumentito de que "hay gente que ya es irrecuperable"; pregúntense por lo menos porqué es irrecuperable, midan y háganse cargo de su propio grado de responsabilidad en ese fenómeno, cuestiónense porqué alguien llega al extremo de robar, matar, violar. Como si fueran actos de generación espontánea...no lo son, señores: un opresor es tal por haber sido oprimido, siempre es así. ¿Qué posibilidad de cambio le estamos dando a un tipo al que lo queremos preso de por vida? No reproduzcamos la opresión. Sancionar una ley de baja de imputabilidad a los menores de edad me parece vergonzoso: si ya fueron abandonados, esta ley los abandona una vez más. Como última instancia, si finalmente, tristemente, no queda otro remedio que una pena carcelaria por no habernos podido anticipar como sociedad a los motores que impulsan la comisión de un delito, no pongamos el énfasis en reclamar y promover tantos y cuantos años de prisión hay que dar, y aboguemos por proyectos que impulsen la existencia de unidades penitenciarias que brinden real contención a las personas, que puedan reformarlas desde un lugar digno, encauzarlas, brindarles los valores y las oportunidades que la sociedad, en su momento, les postergó. Trabajemos por leyes humanitarias, lo suficientemente flexibles y dinámicas para adaptarse a la gran variedad y diversidad de los hechos. No sigamos haciendo la vista gorda, gritando a boca de jarro. Abro el foro e invito a firmar a quienes repudien la protesta contra la inseguridad.
Federico Costa - Compañia de teatro "El infierno de los vivos"